Esgrima, donde a veces se gana y otras se aprende.

 

Vivimos en una sociedad donde hay que ser el numero 1.

las películas, series de tv y medios de comunicación en general, nos bombardean con el concepto de "Vencedor-Perdedor" usando incluso la palabra "perdedor" de forma despectiva.

Ese concepto es nocivo en cualquier ambiente deportivo, no solo eso, sino que es ANTIDEPORTIVO.

Entre todas las maravillas que os contamos y contaremos sobre la esgrima, hay algo que no os hemos dicho... La esgrima es un deporte donde vas a perder muchas, muchísimas veces y vas a sentir ese regusto amargo que da el haber perdido ese asalto.

Pero no hay que perder de vista el detalle que en cada asalto perdido es una lección y que la practica de la esgrima no trata de ser "el vencedor". Se trata de mejorar, superarse a uno mismo.

Al asimilar las derrotas y no rendirnos, estamos forjando nuestro carácter para seguir luchando, aprendemos a llegar hasta el final contra todo pronóstico.

Cuando te enfrentas a un tirador muy superior a ti y que sabes que lo mas probable es que pierdas ese asalto, te da una sensación de tranquilidad y libertad, simplemente liberas tu mente, no hay presión, entonces empiezas a tirar por diversión, o como lo llamamos, "a probar cosas".

La derrota no tiene por qué tener siempre un sabor amargo, si peleaste hasta el ultimo tocado, tu esgrima mejorará y también tu fuerza interior. No hay que olvidar que el primer contrincante al que te enfrentas es a ti mismo.

La derrota es una lección, cada vez que pierdes un asalto, piensa qué te ha funcionado y qué no te ha funcionado, repasa los errores para aprender de ellos.

Por suerte o por desgracia, esta comunidad es pequeña y más pronto o mas tarde te volverás a encontrar sobre la pista con el mismo contrincante. Cada tocado que lances o recibas, es información y desarrolla tu esgrima.

Cada asalto ganado o perdido es una victoria personal, cada vez que subes a la pista y te enfrentas a tu contrincante, estas adquiriendo fuerza de voluntad, espíritu combativo, a no rendirte ante la adversidad. Y estos sí son los valores importantes en la vida. No ser el numero 1.

Un asalto no se termina hasta que se da el ultimo tocado.