ARBITRO DE TRINCHERA

 

La persona mas odiada de la esgrima...el arbitro:

La persona más odiada en la mayoría de los deportes es el árbitro…

Da igual como lo haga, siempre habrá alguien descontento con las decisiones que tomas.

Evidentemente, sea cual sea la decisión que tome un árbitro de esgrima, uno de los dos tiradores será receptor de malas noticias. De una forma u otra, siempre oirás cosas del estilo;

-Me ha arbitrado en contra-.

- Me ha quitado tal o cual tocado-.

- No se entera, se ha equivocado en tal acción….

Por supuesto; estos comentarios son completamente injustos.

Siempre es difícil ser el malo. Pero no te convertiste en árbitro de esgrima para hacer amigos, Quizás lo hiciste porque tu pasión por este deporte te ha llevado hasta este punto. O porque sabías que podías hacerlo bien. A lo mejor, te gustan los retos. Lo que está claro, cuando tomas la decisión de hacer el curso de árbitro, es que no buscabas la popularidad.

Un tirador o tiradora llega a una competición y tiene que calentar, controlar los nervios y esperar a que lo llamen a la pista…

El o la árbitro llega a la competición y ... Trata de controlar los nervios, la intensidad de las emociones que se arremolinan en su cabeza y a su alrededor. Tiene que mantener la calma incluso cuando se le acerca padre, entrenador o/y tirador y le discuten en algunos o en demasiados casos, levantando la voz y le tratan de explicar por qué es el peor arbitro del mundo… y ya de paso también una mala persona....

Además de las funciones que le impone el reglamento: Realizar la llamada a los tiradores, dirigir el match. controlar las armas, la vestimenta y el material de los tiradores, vigilar el funcionamiento del aparato, cuidar de la seguridad de los tiradores….etc

Cuando un tirador joven sale llorando, encontrar esas palabras amables que le van a hacer meditar. Cuando los entrenadores comienzan a saltar y gritar frenéticamente instrucciones, mantener la calma...

Todo el conocimiento sobre esgrima no llegó milagrosamente. Tuviste que estudiar mucho para aprender todo lo que necesitas saber sobre el reglamento y además entenderlo.

Arbitro de trinchera

En la primera y sucesivas competiciones que arbitras, a diferencia de los grandes árbitros internacionales, no hay video, ni asesores, incluso puede que te toque arbitrar algún asalto de los más jóvenes sin eléctrico… pero lo que si encontrarás son muchos abusos por parte de todos; esgrimistas, entrenadores, inclusos los padres. te gritan, cuestionan y acusan de parcialidad, de no saber leer una simple frase. Pero tu tienes el valor y el suficiente autocontrol para centrarte y seguir en la pista.

En una competición de esgrima suenan los altavoces a demasiado volumen de una horrible megafonía, ecos de los gritos de tiradores celebrando tocados, las voces de los espectadores, pitidos de los aparatos…. Y en medio de esa cacofonía se supone que debes concentrarte solo en los dos esgrimistas que tienes delante, que se mueven a mucha velocidad, mientras los entrenadores les gritan instrucciones a los tiradores y a tí cómo debes juzgar las acciones.

¡Pues claro que cometes errores!. Es algo que hacemos todos los humanos, nadie es perfecto.

Pero si siempre intentas hacerlo bien, es obvio que para ti se trata de integridad, honestidad, fortaleza, humildad y firmeza. Y a veces, es difícil mantener esos valores, la presión puede ser abrumadora. Pero como arbitro debes mantenerte firme. Porque sabes que cuando cometes errores, no siempre se pueden deshacer. Y quedarte con eso es duro…. otorgas el punto a uno o otro lado de la pista, no hay vuelta atrás.

Hay veces que repasas el asalto en retrospectiva y te das cuenta de que tomaste la decisión incorrecta. Eso es una gran presión. Tiradores, entrenadores y espectadores deberíamos poner en valor que el arbitro esté dispuesto a asumir eso.

La labor de los y las árbitros en la esgrima es fundamental. ¿que pasaría si nadie arbitrara en los asaltos….? ¿Que seria de nuestro amado deporte sin esa figura?

Cuando vayamos a una competición, tanto tiradores, tecnicos o espectadores, antes de increpar al arbitro pongámonos en su piel.